jueves, 23 de junio de 2011
Filosofía de la ciencia...vida y obra
Hola a todo el mundo. Lo que están a punto de leer, es un fragmento de mi libro,el cual no tiene título aún. Este capítulo lo pongo para aquellos que se quejaron de que ya casi no aparezco (hay que comer mis chavos y nadie da click en publicidad... asi que si el libro se publica, ganaré para pagar mi renta)... NOten que tengo buena ortografía y redacción (aunque las palabrotas no pueden faltar, menos aquí)... Aver si ponen algún comentario que no sea acerca de que ya no subo nada jaajajaja!
NO crean que es un ibro de insultos nadamás, es de filosofía de a ciencia; como el new age corrompe a los prospectos a científicos, convirtieéndolos en marionetas de los magos (farsantes) modernos.
Espero que lo disfruten y si sale el libro, lo compren.
Por cierto, se que está demas decir que lasimagenes NO son ,mias ni estarán en el libro... las pongo acá porque es mi costumbre adornar el blog. Nadamás.
La historia (contada de mal humor) de la filosofía de la ciencia.
¿Qué? ¿Un aburrido capítulo con la historia de la filosofía científica?
No te hagas, este libro se escribió (lee la introducción, perezoso), con la intención de dar a conocer nuevos aspectos que colaboren a alimentar esta corriente del conocimiento científico, pero ¿Cómo quieres que te de nueva información si no sabes cuál es la vieja información? Este es un error muy común incluso en los propios científicos.
Muchos científicos tenemos cursos de física, bioestadística, sistemas de información geográfica, genética… pero se nos olvida aprender algo de filosofía científica, incluso se nos olvida aprender algo tan sencillo como que la filosofía de la ciencia debe ser explicada por científicos, no por filósofos. Por no hacer caso de esta premisa, acabamos impregnados por ideas “New Age”, sin valor científico y que resultan totalmente contradictorias a nuestros propósitos, si no me crees, puede s hablar con un microbiólogo de temas como sufrimiento animal, extraterrestres, alma, gaia, Hermes trimegistro, Dios, etc. Y mínimo en uno de estos tópicos creerá. Esto no anula que uno haga caso a los filósofos, pero como se verá más adelante, ellos ni siquiera caben dentro del propio concepto de Filosofía de la ciencia.
Pero bueno. Podemos rastrear la filosofía de la ciencia como tal, con ese nombre y estructura desde el llamado Círculo de Viena, a principios del Siglo XX, el cual se formó para dar una visión científica del mundo, principalmente impulsado por las ideas de la física teórica que en esos tiempos estaba en boga. Su base era el empirismo lógico, una corriente que metía en la misma bolsa a las ciencias teóricas y las naturales, argumentando que para hacer válido un tópico, este debe tener un método de verificación empírica (Digamos: genética) o lógica (Digamos: Mecánica cuántica). ¿Ves? Por si misma la filosofía de la ciencia considera a la filosofía como la chica fea del baile y la sacan del evento. La razón: La filosofía se basa principalmente en conceptos abstractos que incluyen cosas no probables ni con números ni con repetición del experimento.
Pero ¿Entonces por qué la filosofía tomó las riendas de la filosofía científica? Bueno, en realidad jamás las tomó, siempre ha habido científicos que han decidido tomar la batuta de la filosofía de la ciencia (como Richard Hawkins), pero son muy poco, además en el siglo XX, sencillamente la comunidad científica de ese tiempo decidió que era mejor huir a un lugar más seguro (pues los nazis echaron a perder la fiesta del círculo de Viena) y pues, ya separados, mejor se dedicaron a cosas más importantes del momento como ciencia aplicada.
Ok, siendo sinceros, la filosofía de la ciencia es más antigua que el Círculo de Viena. Veamos:
Desde Aristóteles ya existía una concepción de la ciencia, cuya premisa básica era que todo aquello explicable por una causa era ciencia. Consideremos que en los tiempos de este personaje, la ciencia tenía un espectro enorme y no era tan autorestrictiva como lo es ahora, por lo cual esta percepción duró hasta fines de la edad media (Claro, era fácil explicar la existencia de Dios argumentando que una prueba de su existencia es que haya noche y día… si llegan tocando a tu puerta preguntándote si existe Dios y le dices que no, estas personas usarán argumentos aristotélicos para decirte que si existe… la era medieval en pleno siglo XXI).
Este punto es importante porque la religión ha sido uno de los lastres más fuertes en el desarrollo científico, esto se debe a que su idea de ciencia de ciencia no ha cambiado en siglos, mientras que la ciencia sí, pues se ha tenido que adaptar a las nuevas disciplinas que explican fenómenos que antes eran Milagros; antes, una persona que se contorsiona como cirquero chino, dice un montón de incoherencias y saca espuma de la boca o se queda en shock un rato, era poseído por satán y debía ser exorcizada ( Pues la “ciencia” aristotélica argumenta que eres poseído porque actúas raro, ya que el patas de cabra domina lo que no es “normal”)… Después, con el nacimiento de la psicología y la neurología, se descubrió que esas “posesiones” se llaman epilepsia.
La crítica de la ciencia a la religión no es porque sí… bueno, en la Ilustración lo fue, principalmente porque la idea era quitar todo aquello que recordara al oscurantismo de la época medieval, entre ello, la religión, sin embargo, la ciencia actual tiene una base especial para criticar:
¿Tuvieron 1000 años de hegemonía total para probar la existencia de Dios y sólo se limitaron a hablar, hablar y hablar?
Vamos, hay que ser justos, hasta los árabes tuvieron su época oscura, pues a pesar de que ellos diseñaron los mejores autómatas de su época y tuvieron un impulso fuerte a la astronomía, debido a que el Corán prohíbe imitar la obra de Alá, tuvieron que acallarse y quedar como bárbaros ante la civilización occidental; un estigma que a la fecha existe (¿ya ves como el medioevo sólo dejó problemas?)
La ilustración trajo otra perspectiva de la filosofía científica. René Descartes estructuró la base lógica de la ciencia y junto con Newton, dieron forma al racionalismo, una de las bases de las ciencias teóricas aún a la fecha. Para poner contexto, el racionalismo implica que todo lo que existe puede comprenderse por medio de un análisis racional (de ahí el nombre), independiente de la experiencia.
La misma ilustración dio luz otro hijo llamado empirismo, cuyos padres fueron Francis Bacon y David Hume, este empirismo es el que ha funcionado como columna vertebral de las ciencias naturales. La premisa básica del empirismo es que los hechos de la naturaleza deben ser probados por la experiencia y deben ser evidentes a los sentidos.
Si no conoces la naturaleza de las ciencias teóricas y experimentales (y te saltaste los últimos dos párrafos), te debo decir que en realidad estas dos corrientes no están peleadas, como supondrías. Los científicos experimentales necesitan elaborar modelos (tema de otro capítulo) lógicos y matemáticos que expliquen los fenómenos que pondrán a prueba y teóricos tienden a poner a prueba sus teorías en cuanto se logra tener la tecnología suficiente para ello.
Claro, como en todo aquello que involucre la palabra ciencia, ha existido mucha crítica a cada concepto, naciendo variantes de cada idea, las cuales, complementan el espectro filosófico científico (puede resumirse en esto: un roto para un descosido). El empirocriticismo, es una variante filosófica de la ciencia, la cual argumenta que la ciencia sólo puede explicar los fenómenos de una forma empírica, quitando las nociones teóricas complejas y no comprobables con el método científico (por ejemplo, la teoría atómica), las cuales se verían reducidas a simple metafísica, la cual, dicho sea de paso, no es una ciencia. De nuevo, puedes llegar a pensar que esta idea fue destruida, pero en realidad es una de las bases del positivismo, pues elimina a la religión (con base a la pregunta de unos párrafos arriba) y a la metafísica (seamos francos, NO EXISTEN LOS CHACKRAS ), reduciendo el pensamiento a los fenómenos reales y materiales alrededor.
Después de un rato, nació una base más para el desarrollo de la filosofía de la ciencia. Karl Popper presenta: falsacionismo, la corriente que nace conjuntamente con el empirismo y el racionalismo. Esta noción filosófica de la ciencia, dice que NO y repito, NO puedes demostrar que una hipótesis es cierta, pero sí puedes demostrar que esta es falsa. En la edad moderna, nació el falsacionismo sofisticado. Este tipo de falsacionismo, propuesto por Imre Lakatos (No, no te imaginas nada, realmente los científicos tenemos casi siempre nombres raros), no sólo explica que las hipótesis no se pueden confirmar al 100%, sino que ni siquiera se puede desmentir con un experimento simple. La ciencia debe descartar una hipótesis, pero es deber de los científicos confirmar que lo que se vio en un experimento es algo constante y no sólo un evento aislado que puede echar por tierra una hipótesis aún útil. Para esta corriente, la metodología es llamada con un nombre muy pomposo: Programa de Investigación Científica. Y en realidad resulta ser esta la que tiende a fallar. Asimismo, las hipótesis nacen refutadas, es decir, no siempre pueden probarse en el momento, puesto que las metodologías y la tecnología para realizar los desarrollos experimentales puede aún no existir.
La razón por la cual la teoría de la evolución sigue siendo una teoría, no es porque no se haya demostrado, sino porque las pruebas teóricas y experimentales la están respaldando a ella, mientras que las otras (y vaya que hay muchas) teorías sobre el origen de los organismos vivos y las especies (que no es lo mismo), han sido demostradas como poco viables y por ende, descartadas, aunque de vez en cuando, aparecen nuevas versiones de éstas, pero adaptadas. Sí, la creación fue descartada por eso, no tuvo pruebas suficientes, no es que fuera capricho nuestro, sin embargo, los creacionistas no pueden modificar la biblia, así que se han estancado en un punto muerto.
Como verás, las corrientes de pensamiento en la ciencia no se matan entre sí, no hay cismas reales. Existe el conflicto, pero finalmente se considera a cada idea como útil y con postulados reales que ayudan al desarrollo científico y de su filosofía general.
Ok, ya vimos una buena parte de lo que es la historia del pensamiento filosófico científico sin usar muchos nombres ni fechas; estos últimos los daré a conocer en un anexo para que puedas checar sus ideas y períodos históricos. La razón de que falten corrientes y personajes es que este es MI libro, no el Mundo de Sofía y no pretendo darte un curso completo de historia de la filosofía.
El tiempo de vida de la ciencia ha sido accidentado y problemático, en especial por la presencia de sus hermanastras malvadas; la religión y las supercherías. A pesar de esto, la ciencia ha logrado estructurarse con una fuerte base de términos que le apoyan y defienden ante el ataque de los detractores de ésta.
Observa que por mucho tiempo la ciencia se enfocó a generar a su filosofía más enfocada a qué es exactamente lo que estudia la ciencia, cuáles son sus límites metodológicos y de pensamiento sobre su proceder, pero se enfocó muy poco en los conceptos aún hoy abstractos que le dan la forma. Sólo buscar la definición de vida, que veremos más adelante, es un tema extremadamente complejo y sometido a debates exhaustivos que siguen sin ser lo suficientemente amplios para abarcarse en general.
Este libro es sólo uno de los pocos (son pocos para llegar a todas las corrientes del pensamiento científico) trabajos que buscan dar un acercamiento más a los conceptos derivados del avance científico y tecnológico del siglo XXI, aunque ya desde la segunda mitad del siglo XX principalmente, se ha buscado reacomodar estos conceptos para darle un apoyo teórico a los procedimientos científicos. Ejemplo de estos pueden ser los tratados de bioética (que ¡oh! Luego no lo escriben científicos sino abogados o filósofos, que como vimos, no encajan en este tipo de filosofía, no por no ser útiles, sino que esta filosofía responde a otros intereses distintos a la que orgullosamente es la madre de la ciencia) y los trabajos de Castrodeza, Jay Gould, etc.
Actualmente, se tiene bien definido qué es lo que estudia la ciencia: todo lo que se pueda probar, sea con un método analítico, racional, falible y matemáticamente probable como el movimiento de los átomos o con una experimentación concienzuda, metódica, falible y experimentalmente comparable , como digamos; el efecto de los antibióticos sobre las bacterias. Pero se siguen poniendo en la mesa del debate aspectos como el límite de la experimentación científica, qué es un ser vivo, cuál es el trasfondo de una investigación, qué tan pública debe ser la ciencia, cuál es el precio de la ciencia y quien debe pagarlo, etc. Y estos son los temas que nos interesan aquí.
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